¿Estáis pensando en hacer una escapada de fin de semana a Roma? ¿Hacéis una ruta por Italia y vais a pasar un par de días por la Città Eterna? ¿Queréis unos cuantos tips a tener en cuenta para visitar esta preciosa ciudad? ¿Os apetece cotillear un poco y saber simplemente lo que hice yo un fin de semana en Roma? ¡Entonces debéis seguir leyendo este post!
Una de las primeras preguntas que suelen hacerme es si da tiempo en dos días a visitar toda Roma. Mi contestación siempre es la misma: nunca dispondrás del tiempo suficiente para visitar y descubrir todos los rincones, secretos y misterios de una ciudad.
Pero si la pregunta es si da tiempo en dos días a visitar las principales atracciones turísticas de Roma, la respuesta es un rotundo sí.
En el post de hoy os voy a contar mi ruta e itinerario para un fin de semana en Roma. Con él en la mano, podréis adaptarlo a vuestras necesidades e inquietudes, pero os aviso de una cosa: si queréis seguir esta ruta al pie de la letra, ¡preparaos para caminar! Por suerte o por desgracia, cuando visitamos una ciudad nos gusta andar y andar para exprimirla y conocerla al máximo, por lo que no solemos coger taxis ni transportes públicos, ¡salvo que nuestras piernas ya lo estén pidiendo a gritos!
VIERNES:
Nuestro avión salía a las 19h de Barcelona, por lo que llegamos a Roma sobre las 22h. A esa hora poca cosa podíamos hacer, así que después de instalarnos en el que sería nuestro alojamiento (ver Q&A para más información), decidimos acercarnos hasta la famosísima Fontana di Trevi y alucinar tanto por su belleza como por el ambiente y la cantidad de turistas que se concentran en ese punto (lo que te puedas imaginar es poco, hay que vivirlo). Cenamos algo rápido en uno de los restaurantes cercanos (intentad evitar hacer esto si no queréis que al instante empiece a doleros un riñón, nosotros no teníamos más remedio por la hora que era), fuimos a tomar el primero de los helados del fin de semana en Vinchi, y a descansar para reponer fuerzas para los siguientes dos días que nos esperaban.
SÁBADO:
Nos levantamos pronto y poco más tarde de las 9 de la mañana ya estábamos en Piazza di Spagna. Bajando por los 138 peldaños de la famosa Scalinata y al pie de la misma nos topamos con la Fontana della Barcaccia.
Como punto de interés para los amantes de las compras, justo enfrente de la Escalinata se encuentra Via Condotti, la calle comercial por excelencia de Roma. Encontraréis tiendas con las marcas más reconocidas.
Acto seguido nos dirigimos a Piazza del Popolo, una plaza que durante dos siglos (XVIII y XIX) fue escenario de ejecuciones públicas. En esta plaza encontramos dos iglesias casi idénticas, Santa Maria di Montesanto y Santa Maria dei Miracoli (únicamente se diferencian por la forma de sus cúpulas, ovalada en la primera y redonda en la segunda), y el obelisco egipcio en el centro de la Plaza.
Desde Piazza di Popolo nos acercamos hasta la colina Pincio, donde desde su mirador podremos admirar unas magníficas vistas de la ciudad, con la Piazza di Popolo en primer plano. Se dice que al atardecer es un buen momento para acudir al mirador, para poder admirar la puesta de Sol.
Después de esto nuestra intención era dirigirnos hacia Piazza Venezia (unos 20 minutos andando), así que por el camino aprovechamos para acercarnos al Mausoleo di Augusto (actualmente está siendo restaurado), Piazza Navona y el Pantheon, el monumento de la antigua Roma mejor conservado de la ciudad. Comimos unas porciones de pizza por el camino para coger fuerzas y poder seguir y ya nos dirigimos hacia la espectacular e imponente Piazza Venezia y poder admirar el Monumento a Vittorio Emanuele II.
Desde este punto nos dirigimos a la Ciudad del Vaticano. Para ello y desde donde nos encontrábamos, fuimos en metro desde la estación de Barberini. Después de cuatro paradas, nos bajamos en Ottaviano – S. Pietro, andamos unos 5 minutos, y ya nos encontrábamos haciendo cola alrededor de las 13,30h. Visitamos tanto los Museos Vaticanos para poder ver la famosísima Capilla Sixtina, como la Basílica de San Pietro, realmente impresionante. No subimos a la cúpula de la Basílica aunque merece muchísimo la pena por las fantásticas vistas que ofrece de la ciudad. Para más información os dejo en el apartado de Q&A unos consejos a la hora de visitar el Vaticano.
Después de tan ajetreada mañana, nos fuimos a descansar un poco al hotel para tener la energía suficiente para poder acabar el día pasando parte de la tarde y anochecer en el barrio más pintoresco y de los más famosos de Roma, el Trastevere. Allí visitamos la iglesia Santa Maria in Trastevere, nos adentramos en el barrio perdiéndonos en sus calles dando un tranquilo paseo y cenamos en uno de los múltiples restaurantes de la zona, Alle Fratte di Trastevere.
DOMINGO:
A las 9 de la mañana ya estábamos en Fontana di Trevi, para echar la famosísima moneda (o monedas) y poder admirar su inmensa belleza a la luz del día. Ya sabéis, cuenta la leyenda que si echas una moneda, te garantiza que un día volverás a Roma, si lanzas una segunda moneda, encontrarás el amor, y si lanzas una tercera moneda, el matrimonio llamará a tu puerta. Pero cuidado, hay una manera correcta de lanzar las monedas: siempre con la mano derecha por encima del hombro izquierdo. Y os preguntaréis… ¿qué pasa con las monedas que se lanzan? ¡Menudo desperdicio! Pues bien, desde 2001 el importe recaudado en la Fontana di Trevi (en 2016 se recaudó casi un millón y medio de euros) se destina íntegramente a Cáritas. No obstante, parece ser que este año 2018 será el último, pues el Ayuntamiento de Roma está estudiando la posibilidad de destinar la recaudación, además, a otros fines. Sea como fuere, por lo menos se destina a causas sociales.
Acto seguido nos dirigimos al Parque Arqueológico del Coliseo (llegamos poco antes de las 10h), predispuestos a estar toda la mañana visitándolo. Un consejo es empezar primero por el Palatino y Foro Romano y dejar para el final la visita al Coliseo, en el apartado de Q&A os explico el por qué.
Tal y como habíamos previsto, acabamos sobre las 13h, por lo que al encontrarnos relativamente cerca de la Bocca della Verità, decidimos acercarnos (ya sabéis, esa máscara de mármol cuya leyenda cuenta que mordía la mano de quién mentía). No obstante, al ver la larga cola que había para verla, lo cansados que estábamos y el hambre que teníamos, decidimos cruzar el río Tevere e ir a comer algo en tan pintoresco barrio, dejando nuestra visita a la Boca de la Verdad para nuestro próximo viaje a Roma.
Después de comer, ya fuimos a recoger las maletas y a poner rumbo al aeropuerto para volver a Barcelona, poniendo fin a nuestro fin de semana en Roma.
Ya habéis visto que fue un fin de semana exprimido al máximo, pero vosotros lo podéis adaptar a vuestras necesidades. Por ejemplo, en vez de pasar la tarde del sábado en el Trastevere, puedes visitar el Castel Sant Angelo (cerca del Vaticano), Santa Maria Magiore o hacer cola para hacerte la foto metiendo la mano en la Bocca della Verità 🙂
A nosotros nos gusta andar (a veces no tenemos medida), pero sabemos que es un itinerario un poco movidito. Así que si vais a ir un par de días, recomiendo coger más el transporte público!
Q&A
¿Dónde nos alojamos?
Casa Barberini, un piso con varias habitaciones. Algunas disponen de baño privado y en otras el baño es compartido. Nuestra habitación tenía baño y la única con acceso directo a la terraza (apta para fumadores) en la que cada día sirven el desayuno como cortesía. Sino, su acceso es desde la cocina, de uso común para todos los huéspedes. Los dueños son muy amables y serviciales, todo muy limpio.
La ubicación es muy buena (a 3 minutos andando de Piazza Barberini y 8 minutos de Fontana di Trevi).
Como punto positivo, te permiten guardar el equipaje después de haber hecho el check-out.
¿Qué no te puedes perder en una primera visita a Roma?
En mi humilde opinión, no te puedes perder la visita al Vaticano y al Coliseo. Son los lugares en los que encontrarás más cola (estamos hablando de horas), pero realmente merece la pena.
Tampoco puedes perderte, obviamente, Fontana di Trevi. Realmente espectacular.
Por último, Piazza di Spagna, Piazza Venezia, el Panteón y Piazza Navona también son merecedoras de tu tiempo.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de visitar el Vaticano?
Primero de todo, os recomiendo comprar entradas anticipadas en la página oficial del Vaticano. De lo contrario, la cola que tendréis que hacer será vuestra peor pesadilla.
Si preferís correr el riesgo o simplemente lo dejáis tan para última hora que al final no encontráis entradas anticipadas (como fue nuestro caso), después de haber investigado mucho, concluí que el mejor momento para ir es al mediodía, sobre la hora de comer. La verdad, hacerlo así fue un acierto. Hicimos únicamente 45 minutos de cola sin tener entradas (que se reduce muchísimo de las 3 o 4 horas de las que todo el mundo hablaba).
Tened en cuenta también que tanto por los alrededores del Vaticano como mientras hagáis cola, os vendrán decenas de personas de diferentes agencias intentando venderos visitas guiadas sin tener que hacer tanta cola, diciéndoos incluso que el tiempo previsto de espera es de varias horas si no tienes entrada (cuando no era cierto, como habéis visto). Pueden llegar a ser muy insistentes, así que a menos que os apetezca pagar más por una visita en grupo, tendréis que aprender – si no sabéis hacerlo ya – a decir NO (realmente creo que nunca he dicho más veces “No, gracias” como ese fin de semana).
Comentaros que hay que hacer cola para entrar tanto a los museos como a la basílica, pero podéis ahorraros una de las colas. ¿Cómo? Tenéis que visitar primero los Museos Vaticanos y, en el momento de la salida (justo cuando salgáis de la Capilla Sixtina), hay dos salidas: la normal (a la izquierda) y la de grupos (a la derecha), que no tendrán que hacer la cola. Así que… si conseguís infiltraros con uno de estos grupos, conseguiréis no tener que hacer cola e ir directamente a la basílica!
Por último, si visitáis Roma en fin de semana y queréis visitar los Museos Vaticanos, deberéis ir el sábado, ya que los domingos cierran.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de visitar el Coliseo?
Igual que en el caso del Vaticano, por los alrededores del Coliseo habrá quién os intente vender entradas exagerando los tiempos de espera de las colas. Aquí también deberéis aprender a decir NO.
En este caso, mi consejo es que visitéis primero el Foro Romano y el Palatino, ya que las colas son mucho menores (nosotros hicimos unos 10-15 minutos de cola a las 10 de la mañana). Al comprar la entrada ya habréis conseguido también la del Coliseo, ya que la entrada es combinada. Cuando vayáis a visitar el Coliseo, ya dispondréis de la entrada que habéis comprado anteriormente, por lo que entraréis directamente (únicamente haréis la cola que haya para pasar los controles de seguridad), nosotros hicimos 5 minutos de cola a las 12 de la mañana. ¡Increíble pero cierto!
¡Esto es todo! Espero que os sirva para vuestros futuros viajes a Roma. Si tenéis alguna consulta, ¡no dudéis en dejármela en los comentarios!
Y ya sabéis que todos los caminos llevan a Roma… 🙂